TARDÍGRADO
Por Gastón Gómez, escritor bestia
De la obra Narraciones Ecológicas (2020)
En el mes de septiembre del año 2007
realicé el viaje de mi vida: fui al espacio. Estaba yo tranquilo en una
vivienda de musgo, humilde, digna de un oso de agua proletario, cuando
de repente un ruso de pésimo aliento me raptó severo sin previo aviso
(típico ruso). "Foton M3" decía aquella cúpula en la que me vi preso.
Omito la brutal tortura que viví previo al ingreso de la sonda. Y así
sin más despegué. Despegué rumbo al espacio exterior (lo fui sabiendo on
the road) No fui solo. Me acompañaron unos 800 más. Todos de mi misma
especie. En un momento cruzamos la exósfera, donde se acaba el oxigeno,
pero ni nos dimos cuenta. El oxígeno no lo necesitamos. Soy tardígrado,
el ser vivo más resistente del planeta. Conozco desde los más profundos
misterios del océano hasta los más altos picos del Himalaya. Soporto
tanto el frío polar como las temperaturas más elevadas de lavas
volcánicas. Y aquí me ven. Sin jactarse, es una condición tragicómica
como las mayorías del planeta. Planeta. Texto.
No sé cuántos días estuvimos afuera. En el espacio no se aprecia la rotación, por ende se pierde el tiempo. No es que no haya. Sale a fumar y vuelve. Lo único que hicimos para matar el aburrimiento es lo que cualquier especie viva, desde el génesis, viene haciendo: reproducirnos.
A ojos humanos medimos 0,05 mm. Es hermoso contemplar. Fue hermoso observar que desde el espacio, la tierra, a ojos tardígrados, media lo que nosotros a ojos humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario