jueves, 7 de abril de 2016

Apología de quien destruyó Chile

APOLOGÍA DE QUIEN DESTRUYÓ CHILE

Antonio Baeza, E. B. (2016)


Cuando existía Chile, su señoría / la pasábamos mal muchos
comparezco por violar la estrella / por quemar la bandera tricolor
por haber clavado diez estacas / en el corazón de la patria
por haber nacido globalizado y salvaje / vergüenza cívica

La estaca primera fue volverme rico / de verdad, millonario y trillonario
y haber engatuzado a terratenientes de Temuco / comprando mucho terreno
y se lo regalé al mapuche / fundamos el nuevo Wallmapu en mi fundo

La estaca segunda fue la guerrilla / la armamos a puro carburo de soldar
y unos cuantos tarros de leche Nido / y mestizos y mapuche, un par de gringos
junto a unas amigas kurdas / y cuadernos para escribir hasta cuando cagamos

La estaca tercera fue robar pólvora / del Regimiento Tucapel de Temuco
haber desarrollado ingeniería rústica / para una gran demolición
y, luego de haber evacuado el lugar / derribar el Costanera Center

La estaca cuarta fue que no haya muerto nadie / en tamaña destrucción
los medios de masas hicieron velatones / por la muerte de un mall
y la cara de duda impera / en las ovejas que extrañan el miedo

La estaca quinta cayó en Bellavista / la guerrilla provinciana fue a la tele
botó transmisores a punta de horqueta / las viejas en la casa echan humo
el matinal de mierda que ven se fue a negro / Chilevisión ardía

La estaca sexta fue que tampoco muriera nadie / los sacamos a todos
Patricia Maldonado fue dejando una huella de orina / Viñuela ya no se rió
los oficinistas evacuaron tranquilos / la tía del aseo nos sonrió

La estaca séptima llegó a los talleres castrenses / nos metimos en la noche
dimos amanita camuflada en café / a los pelados guardianes cagados de frío
que cuidaban el acceso a las máquinas / que quedaron hechas mierda

La estaca octava le llegó a la derecha / al ver a sus milicias cojas
Los aviones sin motor / los fusiles con municiones mojadas
Y a los que fueron entrenados en full-contact / les sacamos la conchetumare

La estaca novena le llegó a la izquierda / a la vanguardia de iluminados
que no oyeron de nuestras sangrantes bocas / las consignas esperadas
Y se refugiaron en sus mansiones / cuando la masa botó al Estado

La estaca décima, la última / fue dejar la bandera en blanco
el azul del mar se lo devolvimos a Bolivia / el blanco se mantuvo
por que sí hubo cordillera pero no sangre / aunque derramamos tinta

Así, su señoría, destruimos Chile / al cabo de siete meses
con premeditación y alevosía / con carburo y con filosofía
dejamos la bandera en blanco / como vencedores que nos rendimos
renunciando a construir país nuevo alguno / dejando la tierra desnuda

Admito culpabilidad y esta es mi defensa: / Quitamos armas de nuestras cabezas
Vidal juega por Alemania / Beausejour por el Wallmapu
Sin etiqueta, la ropa molesta menos / educación cívica es muerte
los himnos son para las musas / las fronteras para los conceptos

Ya no hay más Chile / pueblos crueles son ajusticiados
 ni siquiera ha muerto gente / sólo la cárcel que los cobija
los pueblos bárbaros de las afueras / desde Atacama y desde lo polar
a punta de temple e irracionalidad / botaron el Imperio

La tierra ha quedado desnuda / los campos sin dueño ni patria
los errantes ahora poblamos / el costado sureste de El Dorado
retirado el manto hecho de hilo de nación / el oro multicolor se revela
ante ojos apátridas llenos de infinito / ese que les tapaba la bandera

viernes, 18 de marzo de 2016

Moral y Muerte

MORAL Y MUERTE

Antonio Baeza, E. B. (2016)


La moral mata. Digase esto a partir de la idea de que ella impide una deriva infructuosa en la que, sin planearlo ni lograrlo, tenemos esperanza y cierta probabilidad de encontrar "maestros", "amigos", "herramientas" o, sobre todo, "refugios". Pero, como en un cuento de horror europeo, donde el bosque es hogar de belleza pero también de peligros -se entiende en una cosmovisión que promueve la vida urbana hace siglos; capitalismo-, tales refugios, cabañas de madera que guarecen de la nieve de las inclemencias, deben ser abandonados luego de un rato. Si no, los lobos pueden localizarte. O los cazadores psicópatas. La muerte, en primer lugar. La mala locura, en segundo lugar y tal vez. Permanecer es mantenerse detectable. El criminal que es localizado por vía telefónica por los policías debe moverse para no ser arrestado. Y sí, la moral impide esta vital nomadía. La policía, de hecho, siempre usará nuestra quietud como ventaja para su búsqueda o su vigilancia. Toda policía: La uniformada y la que vive en alguna lujosa oficina dentro del despacho de nuestra mente.

Los oasis pueden convertirse, fácilmente, en oasis de horror. Según Roberto Bolaño, podrían tender hacia eso. Es lo que plantea a partir de leer la poesía francesa del siglo XIX, de un fragmento de Baudelaire. Una de las galas de tal movimiento literario consistía, precisamente, en pensar en lanzarse en la deriva que impide la moral. No sé si se lanzaron o, en realidad, lamentaron las nulas seguridades que eso ofrecía, las inexistentes promesas sólidas de encontrar algo que les agrade. Se abre una molesta conjetura: Si se busca agrado, se encuentra desagrado. Si se busca desagrado, se encuentra agrado. Si se encuentra lo que se busca, muere la poesía. Si no se encuentra ni se busca nada, logra vida eterna la hipocresía. Aunque no tengamos idea alguna de la identidad de lo que se busca, siempre se busca algo. Y no vengan con mentiras sin arte. Si van a mentir, inventen algo bueno.

Bueno, la búsqueda caótica es lo que la moral reprime. Por eso los artistas, los creadores, son perseguidos en las dictaduras y en todo régimen injusto, a pesar de que sean absolutamente inútiles con las armas, flácidos para agarrarse a combos, cobardes como gallinas ante las piedras, asegurados y hedonistas como quien busca mantenerse con vida para seguir siendo nómades en su actividad creadora. El cardenal y el dictador se unen, precisamente, en la moral, pues la búsqueda caótica es el impulso humano capital de liberación. Y si alguien le vende que logró en su ciudad o en su país tal liberación o, peor aún, "la" liberación, dele un palmetazo. Lo diré entre signos de exclamación: ¡La Liberación es Nómade! Y le puse mayúsculas para darle la mayor potencia posible. Se supone que son elementos de la escritura que tratan de simbolizar lo que uno, en la oralidad, gritaría o remarcaría. Lo diré ahora con un poco más de calma para seguir con el tema: La liberación es nómade. Si usted arma con otros una revolución en su país y vence al tirano, instalando un nuevo orden, lo felicitaré y lo admiraré. Pero usted ya no es ahí un libertador. Usted, junto con sus compañeros, lo fue. Y liberar a su pueblo no es quitarle su verdugo, es lograr que quieran derribarlo. La liberación ocurre cuando se abandona la moral, no cuando se funda una nueva. Cuando el ser humano es capaz de arrojarse a la acción sin mirar nada más que un horizonte, no importando incluso la vida, porque ella ya no es vida, sino que muerte lúcida. La liberación es abandonar, no conquistar. Es dejarlo todo por nada, renunciar a vivir para lograr vivir.

La moral es la supresión de la ética. Es un mandato que, en su existir mismo, implica suponer que sus súbditos carecen de todo criterio, bondad o, incluso, humanidad. Se trata del mandato que se exige a sí mismo cual si nada debiera darse a cambio, a reciprocidad. Sí, la palabra "reciprocidad" es necesaria en tiempos en que la expresión "a cambio" ha sido secuestrada por la boca del mercado y nos lleva a todos a concebir que todo "intercambio" es "comercio". La moral exige el cumplimiento del deber sólo por el deber, al estilo de la máxima kantiana. Exige la reacción correcta y castiga cualquier otra. Aunque el sistema de transportes de tu ciudad sea una mierda, debes pagar igual el pasaje. Será "moral" hacerlo. Será, por tanto, inmoral negarte a pagarlo. La ética liberada de la moral definirá si se paga o no el pasaje de acuerdo a su soberana consideración de la situación y, generalmente, el fenómeno ético es un encuentro, una serie o árbol de gestos que se responden unos a otros a partir de la valoración que ofrecen cada uno de ellos. No seria descabellado poner sobre la mesa una frase tan atrevida como la siguiente: Sólo sin moral hay justicia.

miércoles, 16 de marzo de 2016

No hemos logrado nada

NO HEMOS LOGRADO NADA

Antonio Baeza, E. B. (2016)


Sea esta una epístola a mi generación
La que se tomó universidades y colegios
El mismo año en que murió Camiroaga
Un año antes del malinterpretado fin del mundo maya

Leyendo con cierto asco una página de mierda
"Noesnalaferia" se llama, ventanilla de la Jota
Un artículo homenajeando a un reggeatonero
y que trataré de citar aquí, ahora
dentro de este poema, sin perder ritmo ni alma
Un párrafo reza lo siguiente, dos puntos
"Los cimientos institucionales de la nación
se remecían entre gorros, chalecas
tomas universitarias, tragos, fiestas
y su ineludible baile"
Cierro comillas, miro el techo
Respiro, pienso, respiro
¿Qué mierda acabo de leer?
¿Le habrá hecho siquiera cosquillas al poder
todo lo que ocurrió el 2011?
¿Acaso poner en la discusión general un tema
es un acto revolucionario?
¿Qué cimientos de la institución se remecieron?
¿Estuvo en peligro el Código Civil?
¿Estuvo en algún peligro la Constitución
como si el movimiento hippie
de marcar los votos con una A y una C
hubiese sido una tremenda amenaza?
¿Temblaron acaso los poderes del Estado?
¿Temblaron acaso las Fuerzas Armadas?
Carabineros de Chile creció gracias a las marchas
No se derogaron leyes injustas, se aprobaron más
¿Estuvo en peligro el orden republicano?
¿Estuvo en peligro algún mínimo ácaro
del mínimo tejido
del mínimo calzoncillo
del diputado más modesto de la derecha?
Claro, ahora dirán que "los saqué de contexto"
¡A la mierda con esa mentira del "contexto"!
Con el contexto se oprime, con el contexto se escapa
Con el contexto puedo decir para después desdecir
El contexto deshumaniza la palabra
Y si quiero pretender ser una vía escrita
que represente al pueblo y se dirija hacia una revolución
Lo primero es convertirse en sacerdote de la palabra
en un fraile con votos de pobreza ante los pretextos
Sí, contexto es pretexto, es resguardar el texto
Es renunciar al riesgo de muerte por escribir
Es negarle cruelmente su identidad a cada palabra
A cada frase que, a la vez, es un libro
Es saber que cada letra es capaz de responder por sí misma
Y no apelar a padrinos difusos
Como el cardenal que somete a los indios
con el temor de Dios

No hemos logrado nada, sépanlo
Absolutamente nada se ha ganado
No sé como sus conciencias duermen tranquilas
viendo cómo gran parte de la población chilena
Cree en ustedes como seres distintos, incorruptibles
Cuando en las universidades ustedes oprimen
Cuando los colectivos universitarios mueven plata
Mueven influencias, mueven el culo con el reggaeton
Se llenan la boca con el feminismo escuchando Calle 13
Y usan la pachanga y reggaeton como aparatos
Como instrumentos proselitistas casi hitlerianos
Y no se diferencian en nada de Hitler ni Pinochet
Ni de Lagos, ni de Frei ni de Freezer ni de Cell
Porque cuando yo me acerqué a algunos de ustedes y creí
Porque cuando ganamos el centro de estudiantes
como quien gana un campeonato, por la chucha
Me dejaron a cargo de la difusión cultural
Y yo, estúpido ingenuo, pensaba que era para la facultad
Y era en realidad para el maldito y podrido colectivo
Y armamos una tocata, y vinieron unos cabros de Valpo
Trayendo la batería a la rastra para hacer un poco de rock
Y ustedes los bajaron, los mandaron a la mierda
Que la gente se esta yendo, que la gente quiere reggaeton
¿Dónde conchadesumadre se les cayó la revolución de la boca?
Tenían una planilla de Excel con todos los estudiantes
De verde los ganados, de rojo los contrarios
Verde claro los que había que ir a mover
Y así las compañeras populares que te hablaban el primer año
Que después jamás te dirigieron la palabra
Un día escarbaban en sus recuerdos
que cómo se llamaba este weón
Y te saludaban con un cálido y falso abrazo
Y te preguntaban un rato de tu vida, sin dejar de mover las manos
Como quien quiere ir a mear al baño
Pero la incontinencia no era de orina
La incontinencia era de consigna
Y cuando no aguantaban más, te preguntaban si votaste
Y te recordaban que ellos eran los buenos, los otros los malos
Y yo no sabía si comer carne de chancho
O comer carne de cerdo

No hemos logrado nada, absolutamente nada
¿Cuando se les ocurrió eso de la alegre rebeldía?
Que la revolución se hace bailando, que la revolución se hace cantando
Que hay que vestirse de zombies para aterrorizar a La Moneda
Si estás alegre, no te rebelas
Si pretendes sonreir para ganar más adeptos
No eres muy distinto a Coca Cola o la tarjeta Presto
Porque yacen en las telarañas
De lo políticamente correcto
La presa preferida de los ideólogos del capitalismo
Y entonces ¿De qué mierda les sirvió leer tanto?
¿De qué sirvió recitar de memoria a los próceres
de revoluciones que usaban otros alfabetos?
Cuando logran convertir sus luchas en mandatos morales
Pronto las verán en la tele como comerciales
Y les encanta burlarse y tirar mierda al enemigo
Y cuando el enemigo responde lloran y denuncian
¡Si quieren que la cosa cambie, hay que ir a morir!
¡Si eres combatiente, recibe con temple el palo del paco!
La revolución no se hace bailando, la revolución es fuego
Y no fuego de reggaeton, es fuego en Chilevisión
Fuego en El Mercurio, fuego en la Escuela Militar
Trasladar los desmanes de la Alameda a Vitacura
Y que la prensa te trate de terrorista y de violento
Que tu familia decida no hablarte nunca más
Que tu universidad te expulse por considerarte peligroso
Que sientas el miedo de quien atraviesa el punto de no retorno
Ese que decreta ¡Victoria o muerte!
Y de verdad "Victoria o Muerte", no "Victoria o TV Cable"
No "Victoria o Facebook", no "Victoria o baile"
Ahí, amigo mío, amiga mía
Ahí yo mismo tomaré una máquina de coser
Y en sus ropas coseré la palabra "revolucionario"
Porque para ser revolucionario, hay que ser un asceta
Un monje sin religión pero con espíritu estoico
¿Y me preguntas ironicamente que si Camila Vallejo por ser comunista
debiera vivir debajo del puente?
¡Sï! ¡Debiera vivir debajo del puente y sin agua potable!
Hay que renunciar a las comodidades para combatir
Porque es el sistema que puso el yugo sobre tí
Es el que disfraza ese yugo de comodidad
Y si vamos a radicalizarnos
Póngase el disco Tarkus de Emerson, Lake and Palmer
Usted no necesita música que lo distienda o lo relaje
Usted necesita una música extrema
que sea como bomba de racimo en su cabeza
Y no seguir idolatrando a blinblineros asociados al narco
Y no comprarle lo popular a Noesnalaferia
ni a tanto cantautor fascista disfrazado de lana
(engañándose hasta a sí mismo)
Y no creer en falsas gratuidades
En falsas representatividades
En falsas banderas
Porque, por ejemplo
hay que conocer el peso de la hoz y el martillo
Para cargarlos con dignidad en una bandera

No hemos logrado nada, amigas y amigos
Estamos igual que en Mayo de 1976
El mismo monstruo que vino a instalarse
Hoy te vende tu revolución media disfrazada
Tus consignas son cobre que te venden hecho cables
Tus consignas son litio que te venden hecho baterías
Y tú les sigues regalando el patrimonio de la resistencia
Con tus poses sin sustancia y tus homenajes y repudios
Y sí, tienes razón, yo no soy un guerrillero
Soy alguien que escribe y que así no cambia el mundo
Tengo menos incidencia que una patada a un barco
Y soy también un cobarde empedernido
Me gusta tomar Coca Cola, a veces voy al McDonalds
Y te he visto ahí, con bajón, pidiendo cuarto de libra
Sí, soy un cobarde
Sé ante la mole que debo enfrentarme
Y siento el deber de hacerlo, y no me atrevo
Y dirás que sólo hablo pero que acciones no despliego
Y si, me dedico a promover una mirada amarga de lo que ocurre
No pesimista ni amargada, sino que amarga
Porque no podemos encontrarle dulce al vinagre
Ni podemos encontrarle flor al petróleo
Y prefiero ser cobarde reconocido, incómodo y culposo
Que creerme justiciero sin culpa, cómodo y soberbio
Porque al menos mi incomodidad me moverá a algo
Y ese algo será parte de un futuro de valentía
Un futuro ojalá cercano
Pero usted, con su conformismo inconformista
Se quedará allí, para siempre
En la actitud correcta
En el partido correcto
Con las palabras correctas
Con los libros correctos
Con la estrategia correcta
Con las alianzas correctas
Inamovible, en la virtud revolucionaria
De quien dice cambiarlo todo cuando no está cambiando nada

martes, 15 de marzo de 2016

A Lucía Hiriart

A LUCIA HIRIART

Antonio Baeza, E. B. (2016)


Señora Lucía, yo nací en el 88', en Pitrufquén
Nací una semana después del plebiscito
Mi mamá cuenta que los militares la sacaron de la fila
La dejaron que pasara altiro a votar
Los pelados con tremendas metralletas en mano
Y no me refiero al pene, señora, porque la gente se ríe
cuando digo que tenían tremendas metralletas en mano
Me refiero literalmente a metralletas, armas de fuego
que matan gente, que no disparan semen
Dejemos la metáfora para unos versos después
Dejémoslo en veremos, porque la metáfora es caprichosa
Si quiere venir viene, si no, no nos queda más
que preparar este pastel con lo crudo de lo literal

Bueno, mi mamá pasó a votar ese 5 de octubre
Día miércoles, si no me equivoco
Me cuenta que votó que sí, aunque quería votar que no
Pero venía yo en camino y eso le dio miedo
Podían haber cámaras grabando
¿Qué garantía de proceso democrático podía esperarse
De un régimen que ponía corriente en las vaginas
en los testículos, en los pezones?
Y yo mientras, pateaba y pateaba
Podría decir que le estaba animando a votar no más que NO
que el futuro iba a ser mejor
Pero, mentira, era un feto, no tenía respiración propia
Ni alimentación propia, ni nada propio
Era parte de ella y, la verdad, simplemente pateé
Y que feto ingenuo habría sido
Si realmente yo hubiera querido inducir el voto de mi madre
pensando que durante mis primeros años
Habría llegado la alegría publicitaria de los renovados
Porque, señora Lucía, esos fueron sus hijos
Escaparon, lloraron, vivieron afuera
Y no sé qué mierda aprendieron allá
Que llegaron con tantas ganas de perpetuar su linda construcción
además de beneficiarse con ella
Se fueron a Alemania Oriental y se espantaron del comunismo
Y pensaron que Allende era lo mismo
Y pensaron que así sería todo socialismo
Como si todas las cosechas de vino fueran iguales
Como si temieran instaurar una dictadura en Chile
Y hubieran decidido mejor dejar la que ya teníamos
No sé, no me lo explico muy bien

Señora Lucía, madre de todas las viejas culiás de este país
La verdadera dictadora, como muchos saben
Yo nací en Pitrufquén, como le contaba
La mal llamada "Región de la Araucanía"
Región donde todavía gana la derecha en las elecciones
Me refiero a la derecha proclamada como derecha, ojo
No a la derecha que era izquierda que ya no es tan izquierda
Que se movió a la derecha pero integrando a la izquierda
derechizando la izquierda, izquierdizando la derecha
No, me refiero a la derecha, derecha, ultraderecha
La que manda a matar a los mapuche
La que quitaba las uñas y los dedos con galleta
La que metía electrodos en el ano de compatriotas
la que acribillaba hasta desintegrar seres humanos
La que hacía arrancar de las balas a adolescentes embarazadas
La que fusilaba a los activistas de Neltume
En el puente de la entrada a Villarrica
Tiñiendo de sangre los salmones del Toltén
Esos mismos que probablemente le servían en bandeja de plata
sus amigos agricultores cuando los visitaban
los que les prestaban las camionetas para los asesinatos
La derecha pro-vida, esa misma

Sí, nací en Pitrufquén, donde hay una población
a la que le llaman "La Pinochet"
Quizá para darle las gracias por el Festival de Viña
O por la venida del Santo Padre Juan Pablo II
O por limpiar las calles de vida por las noches
Por suprimir la delincuencia de la vía pública
Y trasladar lo sangriento a lo secreto
Para que sea más macabro, cruel y despiadado
¡Que no se vea pelusón robando ni asaltando en la calle!
¡Que le aprendan a los milicos, que matan sin mostrarlo!
¡Que le aprendan a los milicos, que matan a los correctos!
Le hicieron quizás esa población a su marido
Para darle gracias quizás por la televisión
Para que la gente no ande pensando en leseras como la política
Ni ande tan ociosa como para leer o jugar
Ni se sienta tan sola como para juntarse con otras personas
"Gracias por la televisión" le dice Pitrufquén, señora Lucía
Se lo dice casi todo Chile, señora Lucía
Menos mal que cuando me cambié a vivir a Villarrica
Llegaban dos canales todos cagados, con señal de mierda
Así pude salir a bañarme al lago con amigos
Así pude salir a callejear sin parar, con amigos
Y que me perdone la gente de mi amado Pitrufquén
Pero allá llegaban los cinco canales de aquel entonces
con la señal nítida y clarita de aquellos años
Y automáticamente, la gente era más estúpida que en Villarrica
Automáticamente, la hipnosis surtía efecto en las conciencias
Y usted, señora Lucía, fue la estrella televisiva del régimen
Enseñándole a las dueñas de casa a hacer sopa de miga de pan

Señora Lucía, no tengo mayor asunto con su muerte
No sé si quiero que se muera luego o que no se muera nunca
La muerte es un tránsito, nada más
Es como si me preocupara de sus viajes a Londres
O de algún viaje a El Melocotón
Ni siquiera me preocupa si irá al Cielo o al Infierno
Bueno, si quiere ir donde su esposo, váyase al Cielo
Pinochet está en el Cielo, a la derecha de Karol Wojtyla
Y que no le extrañe, porque fue un gran cristiano
Porque combatió a los enemigos de las cúpulas clericales
Porque dio espacio a la gran Obra, el Opus Dei
Debe estar vestidito de blanco, con alas de ángel
Aparte, Satanás es demasiado astuto y bueno
Como para aceptarlo allá en el Infierno
Donde fueron enviadas las brujas y los herejes
Donde arden los suicidas
Donde los homosexuales pueden follar y besarse
Sin que nadie los moleste ni los condene
Donde se calientan el la fogata
Todos los que murieron de hipotermia en el mar
Amarrados a un riel, tratando de salir a flote
Donde las mujeres violadas y asesinadas por los soldados
Donde los estudiantes que no volvieron en el verano
Donde los mismos libros de Marx y Engels son fogata
Porque todos ellos eran impíos
Todos ellos fueron maldecidos por El Vaticano
Todos ellos ni siquiera fueron admitidos en el Cielo
Ese espacio blanco, en las nubes, dominado por hombres
Donde no existe la noche para las fiestas
Donde no existe la melancolía para el arte
Donde no existe la sed para el vino
Donde no existe el mal para que exista el bien

Váyase al Cielo si se muere, señora, al Cielo
Y disfrute mientras pueda
porque nosotros, simios en un circo de injusticia
Algún día haremos caer el Cielo
A piedrazos