sábado, 6 de mayo de 2017

Hesicasmo

HESICASMO

Gastón Gómez, E. B. (2016). Publicado originalmente para la página esradio.cl


Leía artículos sobre escritores, ascetas, hermitaños, anacoretas y solitarios, y me encontré con Evagrio Póntico apodado- valga la redundancia- “El Solitario”. Evagrio fue un monje cristiano (nacido en Ibora, provincia romana del Ponto) que vivió desde el año 345 hasta el 399 D.C. y que, en resumen, practicaba el hesicasmo (del griego; en escritura politónica: ἡσυχασμός/hēsykhasmós, derivado de ἡσυχία/hēsykhía, “quietud, silencio, paz interior”), doctrina ascética que promueve la búsqueda de paz interior en unión mística con Dios y armonía con la creación. Las tres características fundamentales del hesicasmo son: la soledad, como medio de huir del mundo; el silencio, para obtener la revelación del futuro y del mundo ultraterreno; y la quietud, para conseguir el control de los pensamientos, la ausencia de preocupaciones y la sobriedad. A raíz de esto nacen breves reflexiones que también llamo poesías:


Soledad, como medio de huir del mundo

Aun no comprendo la relación entre solitario y fuga (llamémosle al “huir del mundo”). Una persona que busca la paz interior ¿necesita huir del mundo? Supongamos que sí. La opción más rápida es el suicidio, pero el gran “pero” para un monje como Evagrio es que este supo, a través de la lectura (¡bendita lectura!) que los cristianos suicidas se van directamente al infierno- blasfemar contra la voluntad de Dios es un pasaje directo a aquello. Cuatro insignes ejemplos son Saúl (1ª Samuel 31:4), Ahitofel (2ª Samuel 17:23), Zimri (1ª Reyes 16:18), y Judas (Mateo 27:5)-. Ahora, ¿en el infierno podemos encontrar paz interior? Los cristianos han hecho del infierno un paisaje arquetipo del terror. Nadie sabe si los lamentos y gemidos de aquellos personajes que nadan en lava y dan vida- ¿o muerte?- al inframundo son productos del placer y satisfacción plenos, efectos que también se producen cuando uno hace el amor. Cuando uno hace el amor se gime y se lamenta, y es lo más parecido a nadar en lava (supongo, nunca lo he hecho), y eso, señores, podría refutar la tesis de cualquier Papa fanático de literaturas epifanas. Al fin y al cabo son literaturas.


Silencio, para obtener la revelación del futuro y del mundo ultraterreno

El silencio, materia orgánica, esencial de las más bellas músicas, creo yo, es justo y necesario, siempre, inclusive para dárselas de Oráculo o de Dante.


Quietud, para conseguir…

…Control de los pensamientos


Ni estando quieto se puede. Ni cagando, señoras y señores (y sin la coma anterior también). Más que control, apelaría a un sano “convivir”, cosa de entender que más que complejos humanos, efectivamente, somos pensamiento.

Los pensamientos son incontrolablemente incontrolables. ¿Corregibles?: Tal vez; ¿Incorregibles?: los amigos.


…Ausencia de preocupaciones

Aquí llegamos al punto de escoger entre paz interior/ ausencia de preocupaciones/ ninguna de las anteriores/ todas juntas/ A y B son correctas/ no hay A y B/ como tampoco paz interior/ como tampoco la ausencia de preocupaciones/ todo lo contrario/ por algo usted lee/ por algo yo escribo/ hay de todo en la viña del Señor/ de la Señora también, obvio microbio/ preocupa el comentario público/ preocupa el colmenario púbico ese de la escritura barata y la opinión gratuita/ a mis cabros siempre les enseño el argumento/ para que diferencien entre bombo y caja/ entre plato y hit hat/ entre el discurso barato de un cin-cuentea-añero y un cincuentañero con discurso, barato/ la paz interior como búsqueda/ las preocupaciones como motor de la misma/La Ausencia/¡maldita sea La Ausencia!


…Sobriedad

¡Jajajajajajaja!, ¡ni Evagrio Póntico po’ loco!

1 comentario:

  1. He descubierto hoy está editorial, o este blog, y me agrada mucho lo que leo. Me agrada vuestro bestialismo, vuestro baile con el postmodernismo y vuestra actitud falsamente irreverente.

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